sábado, 16 de julio de 2011

PROBLEMAS DE TIERRA Y ESCLAVOS De Federico Brito Figueroa

LOS ANTECEDENTES DEL PROBLEMA FEDRICO BRITO FIGUERORA

El valle de Chuao es una llanura aliviar una de las tantas micro formas que se recogen en el contacto de la cadena del litoral de la cordillera de la costa y el mar Caribe.

La primera información escrita sobre el valle de Chuao esta fichada en 1502, y en ella se le describe como  tierra de riego, bien cultivada y muy poblada. En razón de estas características Alonso de Ojeda en 1502, y en ella se le describe como tierra de riego bien cultivada y muy poblada. En razón de estas características Alonso de Ojeda de quien es el testimonio lo de Valfermoso. Según Fernández De Navarrete, Valfemoso estaba en la región de curiana y correspondía al área de la actual ciudad de coro pero Arcaya considera que la apreciación es inexacta y que la descripción se refiere, en realidad a Choroní o Chuao.

En 1568 en encomienda otorgada por Diego de Losada a justo despues, se menciona a los indios de Chuao y Zepecurinare, otorgada con anterioridad a Juan Desque, hijo de Abraham Desque. En 1634 el número de indios encomendados ascendía a cuarenta y ocho y los derechos de media remuneración a mil doscientos ochenta y siete reales, y por mes que correspondían veintisiete indios a razón de quince reales por mes.

En 1634 se habla de cuarenta y ocho indios encomendados en el valle de Chuao y Zepecurinare, aunque posiblemente en número es más elevado porque la relación no incluye a los naturales exonerados.

LOS ESCLAVOS DE ORIGEN AFRICANO Y EL INCREMENTO DE LA PLANTACIÓN

La incorporación de los esclavos de origen africano a la hacienda Chuao, ha debido ocurrir en las primeras décadas del siglo XVII, según se desprende de la lectura del inventario de bienes de XVII, según  Pedro de Liendo. Es el trabajo de los esclavos africanos y sus descendientes lo que permite ampliar al área de cultivo del cacao, producto agrícola comercial y exportable. Es el trabajo de los esclavos la actividad humana que valoriza las tierras vírgenes adquirida por vía de merced, ocupación y composición. En términos económicos escaso valor hubiera tenido el justo titulo del valle Chuao, si no hubiera sido por el trabajo de los nativos africanos y sus descendientes. En sentido amplio, se habla de mercancía esclava, pero el esclavo antes que producto es un  productor, un instrumento de producción. El más importante y de mayor significación el la plantación colonial.

En el siglo XVIII, en lo económico, Venezuela evoluciona bajo el signo del incremento de la propiedad territorial agraria, la mano de obra esclava y la producción de cacao. Chuao y Zepe formaban una comunidad cerrada de difícil acceso, situada respectivamente, a legua y media y siete leguas de navegación de Choroní y Chichiriviche y a quince leguas, por tierra del pueblo Turmero, con este último pueblo se comunicaba por un camino de difícil penetración sobre todo en invierno, cuando desaparecía totalmente. Como viviendas, había la casa principal construida de bajareque y cogollos y otras de pajas y barro situada en el puerto, cercana al paredón que defendía la plantación del mar; había una capilla más bien una iglesia sufragánea de valle de  Choroní, pues en ella se administraba los sacramentos muy deteriorada y con solo un altar y fuente bautismal .

Desde el punto de vista territorial de acuerdo a las  estimaciones, la hacienda Chuao constituía ya en las primeras décadas del siglo XVIII, un dominio territorial de consideración, definitivamente incorporada a la iglesia  mediante el vínculo establecido por la obra Pia. El área de cultivo  sin incluir todavía las haciendillas de los esclavos se incrementaba de modo lento y se encontraba a un nivel equivalente al aun mas se constataba descenso de numero de arboles de cacao.
El 9 de julio de 1742 Fray silvestre López informa al Patronato de la Obra Pia que toda la arboleda de abajo desde las Paraparas hasta el tiempo de diez o doce años grande numero de arboles que ya solo son útiles para leña. El centro de la haciendo se encuentra sin el beneficio correspondiente debido a la destrucción del sistema de riego por las inundaciones del rio principal y sus afluentes. Las inversiones en instrumentos de producción y en edificaciones se encuentran en el mismo nivel que en el año 1671 cuando se instituye la obra Pía.

LOS ESCLAVOS Y EL RÉGIMEN DE TRABAJO

El régimen que imperaba en la plantación merece especial comentario porque un índice revelador de las modalidades del trabajo esclavista en una hacienda de Venezuela colonial. Sobre este problema el documento más importante es el texto denominado Instrucciones para la Hacienda promulgado en 1767 por el Patronato de la Obra Pía. Esas instrucciones reglamentan minuciosamente las labores y la vida en general de los esclavos adscritos a la plantación, se aplica de modo permanente hasta la época republicana y señalan normas sobre la administración de la hacienda, sistema de trabajo, formas de castigo recolección de las cosechas, relaciones y participación de la producción del valle en el mercado interior venezolano.
Se dispuso que la tarea que debía realizar cada esclavo diariamente consistía en limpiar y desyerbar entre cientos treinta y ciento cincuenta ventanas entendiendo por ventanales de cacao a las esclavas correspondían cien tareas y a los niños y niñas trabajo en proporción a su edad regulándolos por su fuerza.

Después de terminar su tarea los esclavos continuaban trabajando en sus conucos, en los que cultivaban plátanos, yuca, maíz arroz, frijoles caraotas ñames batatas ajonjolí etc. Para subsistencia y también para vender y costear. los administradores mayordomos y mandadores, como todo rigor obligaban a los esclavos a tener conucos bien labrados y surtidos de todas plantas cañeras porque así evitaban que estuvieran ociosos y ocupados en sus maldades, contra la subordinación total y sumisa obediencia de los inferiores a los superiores. Los conucos fueron redistribución en 1767 a razón de unir por cada jefe de familia, fuera de los límites de la plantación de cacao.

LOS ORIGENES Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL TRÁFICO DE ESCLAVOS NEGROS

El comercio de negros se inicia en las primeras décadas de la Edad moderna, ligada a los nuevos descubrimientos geográficos. Los navegantes portugueses fueron los más activos propulsores del comercio esclavista moderno, utilizando sus relaciones con las costas berberiscas para capturar nativos  que trasladaban y vendían en la Metrópolis.
En 1493, el Estado Español no estaba interesado en importar negros para sus nacientes, pero ya en 1501 había cambiado de opinión y concedió permiso para conducir a las indias Occidentales, negros nacidos en su territorio o ya cristianizados porque las autoridades peninsulares y coloniales consideraban que los esclavos en esas condiciones se transformarían en eficaces instrumentos de propaganda de la fe católica, entre la población aborigen (cuya mano de obra, aspiraban incorporar al sistema de producción que se desarrollaba en el proceso de la conquista. Pero ocurrió precisamente lo contrario: los negros africanos y los indígenas se unieron y huyeron hacia los montes en busca de libertad y formaron los núcleos de cimarrones.
La española se transformó en el mercado consumidor y abastecedor de mercancía de negros más importante en siglo XVI. Esto originó serios conflictos y características alarmantes entre los sectores que participaban en el comercio de negros. Los favoritos del palacio, la burguesía peninsular, los colonos y plantadores antillanos protestaban interesados en la libre compra-venta y contrabando de nativos africanos.
Ni la libertad de comercio ni los asientos, detuvieron el contrabando de negros. Los contrabandistas eludían el pago de los derechos reales que equivalían al valor de la licencia de exportación.
En las colonias inglesas de Norteamérica la importación de negros comenzó en 1616, debido a que las primeras décadas de colonización la mano de obra esclava estuvo representada por trabajadores europeos que contrataban su libertad con las compañías navieras, que a su vez vendían los contratos a los colonos. Esta modalidad explica la lentitud con que se desarrollo la esclavitud norteamericana hasta la primera mitad del siglo XVII.
El tráfico de negros evoluciona en el siglo XVI, de las importaciones ocasionales al sistema de licencias y luego a los asientos regionales y generales.

LA INTEGRACIÓN DEL TERRITORIO VENEZOLANO AL TRÁFICO INTERNACIONAL DE ESCLAVOS.
            En el territorio venezolano, la presencia de esclavos africanos arranca de los años iniciales de la colonia. En la segunda década del siglo XVI, ya hay esclavos africanos en el territorio venezolano; se mencionan las licencias expedidas en 1525 para importar a los negros.
En 1543, ingresan al territorio venezolano cien esclavos destinados al Cabo de la Vela.
El incremento de comercio de esclavos en el territorio venezolano, estaba en relación con el desarrollo de la agricultura, basada en el sistema de labranzas que ya había desplazado a la pesca de perlas y a la minería como actividades significativas en la vida económica de la provincia de Venezuela
En 1572, solicitan en la Guaira mil piezas que se venderían a créditos a los vecinos y plantadores, destinados a satisfacer las exigencias locales
En 1580, desembarcan en La Guaira negros remitidos desde la española para la ciudad de Maracaibo y Carora para la cría de ganados y demás granjerías.
En 1590, el Cabildo de Caracas ordena a Simón Bolívar suplicar merced de tres mil licencias de esclavos de Guinea para que se traigan a la Provincia de Caracas y repartan entre los vecinos de las ciudades.
En la intensidad del tráfico de esclavos africanos en la Provincia de Venezuela, en el siglo XVI, influía el descenso de la obra de mano nativa, el desarrollo de la agricultura y el cimarronismo.
Los cimarrones eran los negros prófugos que escapaban del dominio de los amos y asaltaban las haciendas. Edificaron en la selva, aldeas rodeadas de palenques fuertes para su defensa y constituyeron una comunidad regida por autoridades designadas por sus integrantes y donde hasta las funciones religiosas estaban confiadas a un esclavo que decía la misa y bautizaba a los niños recién nacidos.
En 1592, el Gobernador de la Provincia de Caracas ordena a las autoridades subalternas detener y azotar a los negros que por las noches se refugiaban en las quebradas de la ciudad.
En 1596, los Cabildos solicitan al Gobernador de la Provincia que obligue a los amos de los negros capturados  pagar una multa de cinco pesos de oro fino por cada negro capturado, si tenía quince días prófugos, 10 pesos si tenían más de un mes, y quince pesos si ya se habían incorporado a una cuadrilla de cimarrones.
La evolución de los precios de la mercancía de negros ya en la segunda mitad del siglo XVI, constituía un elemento significativo en el comercio de esclavos.
La importación y el mercado interior de negros en el territorio venezolano, aumentaban en relación con el sistema de producción esclavista que se desarrollaba en las regiones conquistadas y sometía todas las formas de actividad económica a sus normas de explotación.
LA FORMACIÓN DEL MERCADO INTERIOR DE ESCLAVOS EN VENEZUELA
Las instituciones eclesiásticas, los organismos del Estado colonial, los propietarios de tierras, y los negreros criollos (especialmente estos últimos con fines de lucros inmediatos) participaban activamente en el mercado interior de mano de obra esclava.
La intervención de las instituciones eclesiásticas en el mercado venezolano de esclavos, se relacionaba con el desarrollo de los obrajes, la construcción de iglesias y conventos, y el mantenimiento de un numeroso cuerpo de criados y trabajadores domésticos al servicio de las instituciones y funcionarios religiosos. Comprar una esclava hija de uno de los esclavos de la iglesia que hacía buen servicio, la destinaban para lavar, remendar, barrer y fregar la plata, etc.
El mercado interior esclavista se fortalece en la segunda mitad del siglo XVIII, y la avidez de comprar y vender e intercambiar negros y se amplía en función del fortalecimiento de la propiedad territorial agraria y de la expansión de los cultivos ligados al comercio exterior.
En todos los contratos de compra-venta de esclavos, se indica el precio individual de las piezas, que varía de acuerdo con la edad, raza, sexo, contextura, dentadura, salud y oficio de los esclavos, y que el vendedor declara recibir en dinero, plata acuñada y corriente y el trueque de un esclavo por otro.
Los precios de cada pieza varían de una ciudad a otra. En la Victoria, una esclava de 20 hasta 25 años se cotizaba entre trescientos y trescientos cincuenta pesos de plata, en tanto que en las ciudades villas y pueblos de los llanos ascendían hasta cuatrocientos y cuatrocientos cincuenta; en los Valles del Tuy y Barlovento, a no menos de trescientos cincuenta, y en Caracas, La Guaira, Valencia y Puerto Cabello a un promedio de trescientos setenta y cinco pesos.
LAS MERCEDES DE TIERRA
Según Figueroa, B. (1921)
Las capitulaciones  funcionaban como instrumentos legales para poseer la tierra en las décadas que los colonizadores europeos conquistan los territorios de ultramar en nombre del Estado Metropolitano.
En lo expuesto por el autor las capitulaciones y las Mercedes fueron en los instrumentos legales que uso la corona Española para apoderarse de las tierras conquistadas, sin embargo, para ello era una modalidad del derecho de conquistar. Pero en la medida que la Colonización se afianza, las gracias de la corona para darle, por medio de la merced ordinaria o extraordinaria se perfeccionan como los instrumentos más eficaces para la incorporación de la tierra al dominio privado. Mediante esas cédulas la corona, retribuía los servicios prestados por algún conquistar, o por sus ascendentes, con mercedes de tierras equivalentes a no más del cinco peonias o tres caballería. Sin embargo, hay evidencia de que estas mensuras no fueron siempre respetadas ni siquiera por la propia corona.
LA FORMACIÓN DE LA PROPIEDAD TERRITORIAL EN LOS VALLES CENTRALES DE VENEZUELA
Según Figueroa, B (1921)
Las primeras mercedes de tierras en el Valle de Caracas arranca del año de la fundación definitiva de la ciudad cuando se distribuyen caballerías y peonias de tierras entre los conquistadores y los pobladores, algunos de las cuales obtenían  en encomienda la población indígena, cuya mano de obra se explotaba en razón del vínculo que se desarrolla sobre la base de la mencionada institución.
En lo expuesto por el autor en aquella época la política del Estado Metropolitano a través de las mercedes querían justificar jurídicamente  la posesión de la tierra, por su parte las mismas confirmaban la legalización e usurpación fraudulenta de la tierra, se puede decir que los primeros que tomaron posesión de las tierras de los Valles de Caracas fueron los encomenderos y los pobladores de origen hispánicos.
El régimen de posesión de la tierra presentaba características de una organización económica comunal primitiva, en sus formas más incipientes de desarrollo, fundamento de un régimen social colectivista primitivo constatado por los europeos que describen la situación de los grupos humanos pobladores de los Valles Centrales entre la séptima y octava década del Siglo XVI.
El proceso de incorporación de la tierra al dominio parecido que se inicia en la segunda mitad del Siglo XVI por vía de mercedes y a su vez sigue continuado en el Siglo XVII sobre la base de litigios y compra-venta de la tierra. Los favorecidos en este proceso son los grupos familiares descendientes de los primeros conquistadores y pobladores grupos que ligados por sangre y en cuya estratificación funcionan elementos de clase social y de casta controlan la vida económica y política de Caracas. Estos grupos están apoyados de la relativa riqueza territorial agraria acumulada en la segunda mitad del Siglo XVI y en el hecho de poseer el 45 por ciento del territorio de la provincia de Caracas.
La ocupación y la composición integran el sistema más eficaz para incrementar la superficie de la tierra adquirida en los siglos anteriores y para transformar las primitivas labranzas en forma de explotación y tenencia de la tierra que no pueden ser calificadas de otra manera sino como latifundios en razón de la magnitud de la tierra poseída, producción, la productividad y las limitaciones de cultivo hecho que caracterizan las plantaciones del Valle de Caracas y adyacentes.
El movimiento de composición de tierra en el Siglo XVIII, demuestra la amplitud del proceso mediante el cual esos grupos familiares descendientes de los antiguos conquistadores y pobladores incrementan las áreas territoriales adquiridas por vía de merced y ocupación.
Por su parte la vía de ocupación y composición se fue expandiendo e imponiendo la propiedad territorial monopolizada por que los familiares a lo largo de la segunda mitad del Siglo XVIII.
La tierra incorporada al dominio privado se incrementa en la segunda mitad de la misma época e incluye en el proceso, además del valle de Caracas y sus  adyacentes, las comarcas  llaneras, donde los grupos familiares de los caraqueños  ocupan  y componen  tierras con las misma fuerza  con que  lo habían hecho  y lo continuaban  haciendo en la región central, donde trasgrediendo todas las normas legales, despojaban tierras comunales indígenas, ocupaban y componían ilícitamente, confirmaban registraban títulos, y solicitaban remates de tierras  ocupaban  tierras por indígena, gente de color  libre, modesto labradores en general.
La orientación indígena  de los grupos familiares beneficiados con la posesión de un protector en la capital que los auxiliares en el violento despojos que experimentaban.
La gran propiedad familiar e individual, con antecedentes en las mercedes, se incrementa  y  se forma definitivamente  sobre la base de ocupaciones y confirmaciones de la tierra realengas, comunales e indígenas hasta transformarse en el tipo de tenencia  más importante del valle de caracas  y valles adyacentes, en las últimas décadas coloniales. Cierto coexiste con otras formas de tenencia del suelo,  pero para ella era fundamental desde el punto de vista  de la riqueza social que  representa y con rede caracas aspecto a la participación de su producción en el mercado exterior.
Los grupos familiares que controlan la riqueza territorial agraria se conectaban por medio de la producción, la exportación e importación con mercado exterior, dominaban el consulado desde su institución, y en él, sus aspiraciones de libertad  de comercio entra en contradicción de los intereses de los comerciantes y mercaderes. Definidos en la matricula del consulado, como hacendado, agricultores y cosecheros, estos constituyen en realidad una clase social formadas por grandes propietarios , el Estado Metropolitano con las constantes denuncias de funcionarios civiles y religiosos amplían documentos que informan sobre los amparos y litigios por los indios en defensa de sus tierras de su comunidad que son elementos de juicios para pensar en la magnitud  del proceso de despojo y usurpación  de tierras, incorporados al dominio privado. No es posible, que hasta ahora, se presentan conclusiones al respecto, pero es un hecho cierto que entre los siglos XVII y XVII desaparecen sesenta pueblos de indios en la provincia de caracas y con ellos sus tierras, muchas hectáreas  de solares comunales indígenas fueron adscritas, por vías de despojos y ocupación, al dominio de la corana española.

2 comentarios:

  1. amiga tendra el libro de federico brito esclavos y tierras en pdf? mi correo miguelpimentel62@gmail.com

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