sábado, 16 de julio de 2011

ESCUELA DE LOS ANNALES

Dentro de las corrientes que se han visto fuertemente influenciadas por el Materialismo Histórico, destaca la conocida como Escuela de Annales. Alejada de la perniciosa influencia política del bloque soviético, los miembros de la Escuela de Annales consiguieron reconvertir el Materialismo Histórico en algo mucho más importante, llegando en cierta forma a superarlo y a crear algo que podríamos considerar novedoso. Lo que el gran Pierre Vilar* llamaría la Historia Total.

La Escuela de Annales recibe su nombre de una revista, Annales. Revista que se empezó a editar a finales de los años 20 por la universidad de Estrasburgo y dirigida por Febvre y el genial Marc Bloch**. La joven revista se convertiría muy rápidamente en una referencia para los historiadores de todo el globo y la prematura muerte de Marc Bloch no sólo no acabó con ella sino que facilitó que una nueva generación de historiadores franceses continuaran y mejoraran la obra del maestro.

Los artículos publicados en esta revista se caracterizan por la búsqueda de la ampliación de los campos de la Historia. Tradicionalmente, la principalmente herramienta del conocimiento histórico había sido el estudio de las fuentes y desde finales del sXIX se sumó como segundo pilar fundamental la arqueología. La Escuela de los Annales, partiendo de un gran conocimiento de ambas técnicas, intenta incorporar todos aquellos campos del conocimiento humano que puedan resultar útiles. La antropología, la sociología, la estadística, la lingüística, la economía… Todas son bienvenidas y todas son de gran importancia.

A la Escuela de Annales o a su inspiración le debemos el estudio de las leyendas locales (y no solo las grandes). Por una parte, se descubrió que muchas leyendas pueden estar relacionadas con hallazgos arqueológicos primitivos. Toda leyenda esconde una parte de verdad”. Además, las leyendas se adaptan a formas conocidas que pueden permitirnos para rastrear flujos migratorios medievales, antiguos o, incluso, prehistóricos.

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